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Palomeras de Etxalar

DENOMINACIÓN: PALOMERAS DE ETXALAR.Salto de línea Salto de línea LOCALIZACIÓN: localidades de Sara y Etxalar. Com. Foral de Navarra.

La caza de paloma con redes se lleva practicando en Etxalar de manera ininterrumpida y sin grandes cambios desde la Edad Media y es el único lugar de España en el que se mantiene dicha técnica con total vitalidad.

Desde el 29 de septiembre, día en que comienzan los preparativos, hasta el 20 de noviembre, es la temporada de palomeras, durante la etapa de migración de la paloma desde el norte hacia el sur de Europa. En su viaje, los bandos de palomas van superando las dificultades climatológicas y también el acecho de los cazadores en todos los países que atraviesan, hasta llegar a la muga entre Sara y Etxalar, donde sobre un semicírculo montañoso, en una hondonada del monte que van a atravesar en la muga delimitada por Mendikarri, Txorilepo y Lakain, que tiene su continuidad en Gaztelepo y la "Cincuenta", en el paraje de Iarmendi, en el collado de Usategieta, dividido en cinco calles por medio de árboles, se colocan seis redes cuadrangulares (15 x 18 metros) sujetas al suelo por uno de los lados, y elevadas a modo de planos inclinados por medio de poleas, cuyas cuerdas quedan atadas a dos grandes argollas de hierro, amarradas a su vez a los extremos de la red. La finalidad de estas argollas es que la red caiga rápidamente cuando sea necesario. Por ser la red oscura y no destacar del fondo del paisaje, la paloma no la ve. Los encargados de las redes se encuentran en chozas totalmente camufladas por las altas hayas (sustituyen a los plátanos que había anteriormente) que también ocultan y sustentan las redes, ayudadas por postes de madera y de metal. Dichas redes tienen cada una un nombre: Elutsa, Lakaina, Miarra, Kalamua, Monua y Fortuna, y cubren con su fino entramado la superficie que los árboles dejan libre en el collado. Todo queda perfectamente escondido por una cubierta de helechos, incluso las casetas desde las que se acciona la caída de las redes.

El viento favorable es el Norte-Noreste, y trece palomeros, estratégicamente colocados a los lados de las redes, en las torres denominadas trepas, de unos veinte metros de altura, sobre los árboles, y en el suelo, que en conjunto toman una forma de embudo, se ocupan de dirigir las palomas hacia las redes que se encuentran al final de este. Las trepas se hallan repartidas a ambos lados del barranco por el que las aves comienzan su paso por los Pirineos. Las más lejanas se encuentran más separadas entre sí y las más cercanas al fin del embudo, más próximas entre sí, cerrando éste.

Cuando las palomas son avistadas entrando desde Sara por la apertura del barranco, suena una corneta que pone en guardia a los puestos y prohíbe disparar a los cazadores, notificando la cercanía y próxima llegada de un bando, si son muchas o pocas las palomas, si van altas o bajas, y la dirección que llevan. En ese momento el director, que está en una de las cuatro Trepas, ordena qué trapos es conveniente mover. Los puestos de trapos de izquierda a derecha se llaman: Larrekua, Goikua, Arrikua, Domikua, Abate-Arrikua. Con unos gritos característicos y agitando un gran trapo blanco (zatarra) que está atado al extremo de un palo se asusta a las palomas que remontan el vuelo y es entonces cuando de otros puestos se lanzan al aire unas paletas blancas con el objeto de hacer creer a las palomas que son halcones, haciéndolas descender a gran velocidad. Así se va consiguiendo que las palomas tomen la dirección deseada, y creyendo que tienen el peligro detrás entran en las redes, que se dejan caer rápidamente con la ayuda de una palanca movida con gran habilidad mediante un complejo sistema de cables, cuerdas y contrapesos, quedando atrapadas. Unos nuevos toques de corneta, tanto si el bando ha entrado en la red como si no, son la señal de que los cazadores (alrededor de ochenta) pueden disparar desde los veintiséis puestos en los que están a la espera. Paralelamente, los palomeros salen de sus puestos y se dirigen rápidamente a coger las palomas atrapadas en las redes, introduciéndolas vivas en unos sacos de tela atados a la cintura a modo de delantal.

Esta operación se hace con la mayor rapidez posible, al mismo tiempo que se limpia la zona de hojas y plumas para volver a colocar las redes y esperar el paso del siguiente bando. También es necesario ir recogiendo las paletas anteriormente lanzadas. Al final de la jornada de caza se desmontan las redes hasta la mañana siguiente para que no resulten dañadas con el paso de animales por la zona.

La necesidad de que la paloma vuele bajo y con vientos favorables hace que el impacto de este tipo de caza en su población sea mínimo. La mayor parte de las palomas se venden directamente a restaurantes o particulares de la zona, pero también a personas venidas de otros lugares más distantes. Sin embargo, no todas las palomas que han caído en las redes se matan; algunas se guardan vivas para ser vendidas como reclamo para la caza.

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Palomeras

LEGISLACIÓN Y RECURSOS

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- Desde el comienzo la caza con redes en Iarmendi se ha verificado en completa armonía con el Ayuntamiento y propietarios de Sara, desde cuyo territorio se lleva a cabo la conducción de palomas a las redes que están situadas en el término municipal de Etxalar, y toda la caza se hace merced a la preparación de ojeo efectuada en Sara, para lo cual los palomeros satisfacen un canon que gradualmente se eleva año tras año.

El 15 de septiembre de 1877 se constituyó la "Sociedad para caza de palomas y cholomas en las palomeras de Echalar", con miembros pertenecientes al ayuntamiento de Sara y con vecinos de Irurita, Etxalar y Pamplona.

FONDOS BIBLIOGRÁFICOS

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  • CAMBEIRO, S. G.: "La legislación sobre patrimonio cultural inmaterial en la Comunidad Foral de Navarra". En Cuadernos de Etnología y Etnografía Navarra, (91), 2017, 69-92.
  • DÍAZ, J. A. P.: "Ocio festivo y deporte rural en las mugas vascas". LIVRET DE RÉSUMÉS LIBRO DE RESÚMENES, 2.
  • ITURMENDI, D. M.: "Etnografía, folclore y cultura tradicional". En Príncipe de Viana, (264), 2016, 547-551.
  • LASA, A. A.: "Turismo y Actividades Culturales en Navarra 2016". En Príncipe de Viana, (267), 2017, 351-358.
  • ZUBIRI, P. A.: "Etxalarko usategiei buruzko gutunak". En Fontes linguae vasconum: Studia et documenta, 38(103), 2006, 429-450.
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