El “Día de la caridad de la Virgen de la Poveda y sus castillos humanos andantes” es un hecho festivo singular. Se trata de una romería hasta la ermita de Nuestra Señora de la Poveda donde se celebra una misa de campaña a la Virgen, se reparten unas caridades de pan a los presentes y se realizan por parte de los pradeños tres castillos humanos andantes en honor a la Virgen, creando una torre de tres pisos que recorre el interior de la ermita, sale al exterior, la circunda y vuelve a entrar en la ermita. Es una fiesta central en Villa del Prado, capaz de funcionar como cohesionador social y generador de identidad comunitaria en este municipio.
El reparto de las caridades es una manifestación singular de un compromiso entre una localidad y las imágenes sagradas en busca de protección divina, en este caso de la Virgen de la Poveda. La caridad de Villa del Prado consistió desde que se tienen datos en el siglo XVI en que, tal y como recogen las Ordenanzas Municipales de Méntrida en 1566, a la gente que acudiera se le daría caridad de pan, vino y queso. Se ratifica la obligación de dar caridad en un documento firmado por el duque del Infantado que detentaba el Señorío de todo el territorio de El Alamín en 1568. En 1598, cuando tiene lugar un pleito jurisdiccional entre Méntrida y Villa del Prado, se menciona ya esta costumbre como algo tradicional. En cuanto a los castillos humanos, no se tiene constancia escrita ni registro documental de esta tradición ni de su antigüedad. Las fuentes orales permiten retrotraerse a principios del siglo XX.
Las fotos más antiguas que se conservan pueden datarse en el primer tercio del siglo XX, y en ellas se ven castillos de dos plantas con los hombres vestidos de traje. Por tanto, no siempre fueron de tres pisos y no se sabe en qué momento pasaron de dos a tres alturas. En fotografías de 1958 ya aparecen castillos de tres pisos. En los años 70 hubo un período de recesión al no implicarse en la participación las nuevas generaciones de la localidad. Fue necesario el impulso de las personas de mayor edad para animar a un grupo de jóvenes a seguir con la tradición. A partir de ese momento el castillo humano se ha realizado todos los años, salvo el cese puntual de la celebración los años 2020 y 2021 debido a la crisis sanitaria derivada de la COVID-19.
La fiesta se lleva a cabo el lunes de Pascua. Se realiza, tras finalizar la misa en la iglesia del pueblo, en el entorno de la ermita. Comienza con el rezo del rosario y continúa con la misa de campaña a las 12:00 horas. Al término de la misa se procede al reparto de las caridades y a la ejecución de los castillos humanos andantes. Por la tarde se canta la Salve a la Virgen en la puerta de la ermita.
El “Día de la caridad de la Virgen de la Poveda y sus castillos humanos andantes” recoge en su celebración elementos que la configuran como un hecho cultural de indudable valor y relevancia. En España, en la actualidad, existen muy pocos ejemplos de este tipo de castillos humanos andantes y prácticamente todos ellos están protegidos o en vías de protegerse. De todos, los castillos de Villa del Prado se encuentran entre los más complejos y dificultosos, tanto por la distancia recorrida como por la altura mantenida y por las distintas alturas a salvar.
Como hecho cultural, esta fiesta se integra en los usos festivos y rituales que reflejan de forma directa las distintas situaciones socioeconómicas que a lo largo del tiempo experimentan las comunidades, manteniendo la tradición y adaptándose a los nuevos modos de vida. Por ejemplo, con la incorporación de la mujer a rituales que hasta entonces habían sido protagonizados por hombres, con el apoyo total por parte de los vecinos. Asimismo, es un elemento cultural fundamental en la construcción identitaria de Villa del Prado: expresión de la colaboración vecinal, con la participación de varias generaciones de pradeños. Por otra parte, el encargo y reparto de las caridades sigue la tradición de protección cuidado de la comunidad por parte de los ayuntamientos (“servicio y ayuda” a la comunidad por parte de las “justicias” que muestran muchos documentos desde la Edad Moderna).
En Villa del Prado la corporación en pleno abandona “el lugar de privilegio” en la fiesta y se pone al servicio de sus vecinos, mediante el reparto de los panes, creando lazos de colaboración y solidaridad. Para el desarrollo de esta fiesta es necesaria la movilización de grupos que deben recibir de la comunidad el conocimiento requerido para la celebración de la fiesta, transmitido por tradición oral y a la vez, modificado y complementado con nuevas aportaciones. De esta forma se logra la continuidad de su fiesta, adaptándola a las nuevas formas de relación. Por tanto, estaría dentro de la tipología de “formas de socialización colectiva y organizaciones” reconocida en la Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
El “Día de la caridad de la Virgen de la Poveda y sus castillos humanos andantes” es asimismo, ejemplo de las tradiciones vivas en la Comunidad de Madrid, en el que concurren usos sociales, tradiciones orales, rituales, actos festivos y prácticas artesanales directamente relacionadas con la Fiesta.